miércoles, 25 de noviembre de 2009


Me preguntaste porque escribía

Te respondí que no sabía

Me preguntaste que veía en tus ojos

Te respondía que no sabia

Con el tiempo volviste a preguntarme Porque es que escribía

Y tu mismo me respondiste Que era por desahogarme,

Creo que acertaste Aunque también hay veces

En que escribo porque quiero y me gusta

Sobre tus ojos no me atreví a decir nada,

Solo callar para en algún momento

Escribir con sinceridad lo que veía Y entonces te conteste:

“veo un semejante que lleva un camino poquito mas largo

Y unos ojos que brillan por el cansancio que le ha dejado,

Un cansancio del alma desconocida

Que en su inconsciencia se llena de sentimientos complejos”

Y que aparentemente era un reflejo.