Cuanto añoraba sentir la brisa marina y el sonido de las olas al andar,
Sentir el aire en mis mejillas dándome aliento para seguir el camino de la vida,
Invitándome a mirar el dulce horizonte azul que se adosaba a mi andar
Con gritos de esperanza, con vientos de decisión,
Con un sonido que marcando mis pasos me ayudaba a pensar,
Con un color que me iluminaba en compañía de la música en mis oídos.
Nada como caminar y mirar siempre rumbo hacia el mar.
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